martes, 13 de marzo de 2007

Hasta mañana.

Estaba en la estación de tren leyendo un libro apasionante sobre Juana la Loca cuando he sentido que alguien me miraba con insistencia. Suele pasar, verdad? Notas la energía y miras. El chico era muy atractivo y me ha mantenido la mirada. Tenía uniforme pero yo no sabía cuál era, de qué empresa. He seguido leyendo, al fin y al cabo un libro bueno es un libro bueno.
Al montarme en el tren me sitúo apoyándome entre dos asientos, es lo que siempre hago, es incomodísimo quedarse de pie con el brazo en alto, no me gusta. Él se ha colocado enfrente y me ha mirado fijamente a los ojos. Yo le he soportado la mirada y a punto he estado de decirle hola porque, al fin y al cabo debíamos ser compañeros, cuando ha empezado a desenrollar los cables de su mp3. Joder, no sé lo que me ha pasado. Me encantaban sus manos. Sus manos y sus dedos. Y no he dejado de mirar como giraba e introducía sus dedos entre los cables. Sumamente erótico. Se ha puesto los cascos y ha empezado el jueguecito. El jueguecito constaba de miradas entrecruzdas, te miro cuando tú no me miras. Todo el rato. Veinte minutos. Acabé por cansarme. Al bajarse esta vez me sonríe con descaro. Hasta mañana.

Al fin y al cabo puede que no sea tan malo tener el coche en el taller...quién sabe.

....continuará....supongo...

2 comentarios:

if dijo...

¿Tren? Esto es realidad, sueño, ficción...

bettyylavida dijo...

Realidad, realidad ;)