jueves, 31 de mayo de 2012

Patética

Así, como suena, como es.

Dispuesta a perdonarte, ayer, hice un torpe intento de acercamiento que no me ha traído más que lágrimas.

En ese acercamiento, intenté acercarme ayer desde el humor, desde ese humor que aún conservo (o conservaba) a pesar de todas mis circunstancias, y que no saco en este blog. Que es para llorar.

Pero no, no podré perdonarte. Claro, que nos hemos cruzado. Porque la vida es así. No te he podido esquivar, no me has podido esquivar. De frente a primera hora de la mañana.

Las únicas palabras que he entendido de esa conversación, las únicas, clavadas, que duelen, que duelen, es que lo único que tú quieres es estar tranquilo.

Esa frase ha sonado en mi mente como si el universo entero me lo chillara. El universo entero me chillaba, imbécil, a él le importa un carajo, imbécil,él va a lo suyo, imbécil, cuida de tí misma, imbécil, patética, estúpida, qué coño te has creído? Que la vida no es color de rosa, y cuando a tí se te encoge el alma a él no le roza la piel.

Patética, patética, patética, él puede vivir sin el perdón, sin tí, sin tí, sin tí.

Una hora enterita escondida, una puta hora enterita llorando en un almacén lleno de trastos. Llorando, llorando. Que paren las lágrimas, que paren las lágrimas, que tengo que seguir trabajando. Que paren, que paren, que paren. Asfixiándome en un puto almacén. Asfixiándome, y más sola que nunca.

Patética, patética. Patético.

Y una hora después, consigo dejar de llorar, consigo que la irritación por la sal en mi cara no se note, consigo recomponerme, consigo enjuagarme la cara, me pinto los labios, y aquí no ha pasado nada.

Cruzarme después de eso? Con media ciudad. Hasta con el hombre que no pude, que no quise amar, que ya es casualidad.

Sonrisa de mentira, sólo una persona es capaz de leerme, y me desea suerte. Al despedirse, me desea suerte.

Gracias.

Gracias, sólo le dije gracias, muy flojito. Muy flojito y a punto de ponerme a llorar otra vez. Pero mis gracias tenían que haber sonado tan fuerte como la frase que retumba en mi alma esta mañana que me crucé contigo. Porque, sinceramente, eso es lo que necesito. Suerte.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca, nunca, nunca. Patética nunca.

Besos

bettyylavida dijo...

Pues claro que es patético, Avatar. Sumamente.
Creer, pensar, imaginar, idear, por delante de cualquier hecho, real al fin y al cabo, es patético.
Desde luego hay gente preparada para decir adiós. Ayer, descubrí al poeta García Montoro, en un blog muy chulo que me gusta mucho:

"Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte."

Besos

Anónimo dijo...

Pero es que la vida sin "Creer, pensar, imaginar, idear" delante o detrás, no tiene ningún sentido!

Besos.

PD: Precioso el poema.

bettyylavida dijo...

Avatar, no me regañes :)

Me siento igual al respecto. Suelo esperar varios días para hacerme la idea de algo, y sigo teniendo el mismo sentimiento. Porque es sentimiento. Alguien te ha vuelto la cara alguna vez?

PD: es un poeta impresionante, escribe chucherías,gominolas, se comen sus letras, se paladean.

Besos

Anónimo dijo...

Sí, claro que me han vuelto la cara. Del revés. Muchas veces.

No te regaño, me da rabia solamente. POR TI.

Besos.

bettyylavida dijo...

Pues si te han vuelto la cara ya sabes, lo que se siente. Lo que se sigue sintiendo. Porque ese momento, fue prescindible. Avatar. Lo pude evitar. Pero busqué, otra cosa, cuando sólo hay eso ya.

Gracias, yo lo sé Avatar, pero con mi rabia ya estamos bien, no?

He escrito un cuentito, hacía tanto tiempo.

Muchos besos. Papá. Jajaja.

Anónimo dijo...

Va venga!

Besos mas

bettyylavida dijo...

Tenías razón Avatar.

Y además me mintió. A día de hoy no ha podido separarse,pero si despedirse.

Y yo también...

Avatar dijo...

Mira que me jode tener razón en estas cosas...