Debo aguantar. No se puede romper lo que no es tuyo. Yo, oh, debo aguantar. No tengo control sobre ello, no es mi elección.
Teme a los cojos. Heredarán tus piernas. Teme a los viejos. Heredarán vuestras almas. Teme a los fríos. Heredarán tu sangre. Después de mí, que se las arreglen. Después de mí, llega la riada.
Debo aguantar. No se puede romper lo que no es tuyo. Yo, oh, debo aguantar. No tengo control sobre ello, no es mi elección.
Teme a los cojos. Heredarán tus piernas. Teme a los viejos. Heredarán vuestras almas. Teme a los fríos. Heredarán tu sangre. Después de mí, que se las arreglen. Después de mí, llega la riada.
Teme a los cojos. Heredarán tus piernas. Teme a los viejos. Heredarán vuestras almas. Teme a los fríos. Heredarán tu sangre. Después de mí, que se las arreglen. Después de mí, llega la riada.
Febrero. Saca tu pluma, derrama tus lágrimas. Escribe sobre ello, que tu corazón solloce, canta, mientras la nieve torrencial ruge, fundida en la oscuridad de la primavera.
Febrero. Saca tu pluma, derrama tus lágrimas. Escribe sobre ello, que tu corazón solloce, canta, mientras la nieve torrencial ruge, fundida en la oscuridad de la primavera.
Teme a los cojos. Heredarán tus piernas. Teme a los viejos. Heredarán vuestras almas. Teme a los fríos. Heredarán tu sangre. Después de mí, que se las arreglen. Después de mí, llega la riada.
Debo aguantar. No se puede romper lo que no es tuyo. Yo, debo aguantar. No tengo control sobre ello, no es mi elección.
Debo aguantar. No se puede romper lo que no es tuyo. Yo, oh, debo aguantar. No tengo control sobre ello, no es mi elección.
2 comentarios:
Debo aguantar.
No se puede romper lo que no es tuyo.
Yo, oh, debo aguantar.
No tengo control sobre ello, no es mi elección.
Teme a los cojos.
Heredarán tus piernas.
Teme a los viejos.
Heredarán vuestras almas.
Teme a los fríos.
Heredarán tu sangre.
Después de mí, que se las arreglen.
Después de mí, llega la riada.
Debo aguantar.
No se puede romper lo que no es tuyo.
Yo, oh, debo aguantar.
No tengo control sobre ello, no es mi elección.
Teme a los cojos.
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Teme a los viejos.
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Teme a los fríos.
Heredarán tu sangre.
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Después de mí, llega la riada.
Teme a los cojos.
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Febrero. Saca tu pluma, derrama tus lágrimas.
Escribe sobre ello, que tu corazón solloce, canta,
mientras la nieve torrencial ruge,
fundida en la oscuridad de la primavera.
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Teme a los cojos.
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Teme a los viejos.
Heredarán vuestras almas.
Teme a los fríos.
Heredarán tu sangre.
Después de mí, que se las arreglen.
Después de mí, llega la riada.
Debo aguantar.
No se puede romper lo que no es tuyo.
Yo, debo aguantar.
No tengo control sobre ello, no es mi elección.
Debo aguantar.
No se puede romper lo que no es tuyo.
Yo, oh, debo aguantar.
No tengo control sobre ello, no es mi elección.
Pone la piel de gallina. Algo de dentro debe tocar esta canción, y hacia el final, parece que lo agita violentamente.
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