viernes, 12 de septiembre de 2008

¿Dónde están mis carnes?

¿Dónde estas mis maletas señorita?
¿Usted me puede decir dónde están?

Pues claro. Tengo una bola de cristal. Nací bruja y para este trabajo. Yo sé dónde están sus maletas, vienen de camino.

¿Me puede decir usted dónde están mis mofletes?

Yo no necesito las alcachofas. Seguro que me quedarían perfectos sus trajes de dolce& gabana, también los de hugo boss. Sí, todos aquellos vestidos sin estrenar que curiosamente estaban en la maleta que usted perdió. Y sus perfumes sin estrenar en sus botes originales de edición limitada y sin estrenar también.

¿Cúanto dinero me van a dar? Yo estoy aquí para buscar y encontrar sus maletas nada más. Menos mal. Lo que me faltaba era negociar como en un mercadillo. Eso es lo que me faltaba.

Menos de una semana en el departamento y la falda me da la vuelta.

La cola de pasajeros da la vuelta también. Miro hacia delante y no veo el final. Mientras intento no hacer mucho caso y teclear lo más rápido posible. Imprimir el expediente y asentir con la cabeza cinco veces ( mínimo). Sí sí sí sí. Oui, mademoiselle. Yes. Of course. I will find it. Faltaría más.

Que he dejado las llaves del coche dentro de la maleta que he perdido. Pues hijo vaya putada. ¿Me vas a pagar el taxi? Espera, voy a ver si tengo suelto. Hasta Sevilla.....

Pero es una prueba de fuego.

Una verdadera prueba de fuego. Criar la paciencia. Parir la paciencia. La que no tengo y la que nunca tuve.

Dice la leyenda que una personita bipolar no debe someterse a situaciones de estrés. Que debe intentar llevar una vida ordenada y tranquila, tomar su medicación y cantar ópera. Y hacerle caso al médico, el dios que rige tu vida.

Y en verdad me gusta pasarme eso por el forro. Y aunque sí que tomo mi medicación, por precaución, por si acaso, por si las moscas, no me da la gana sentarme a mirar el horizonte diez horas al día.

Se supone que entrenando eres capaz de cualquier cosa y opino que es vital no creerse demasiado las cosas porque eso será probable y posiblemente lo que acabe contigo. El límite es la frontera, el fin.
El creerse que no puedes es una tumba en vida. Y no digo que mi vida es ideal. Es difícil. Es complicado. Es muy jodido porque hay veces que mi mente quiere tomar partido. Quiere pero no me da la gana que me gane la partida.

El otro día me pasó. No quiero ir. Hoy no quiero ir allí. Hoy no soy capaz. Eso me dijo la mente el otro día. Pero si yo no quiero hoy ir allí no iré mañana. Ni el siguiente.
Y otra vez.

Otra vez mirando el horizonte desde la ventana de tu casa-ataud.
Coje las llaves del coche. Hija de puta, mente traicionera. Coje las putas llaves. Llora después. Respira y ve.

Y no pasó nada.

Elegí. Y toco madera. Elegí no ser una enferma.

Ando por calle con la espalda llena de puñalás y qué,
sufre más el que no ama,
yo lo tengo claro
puse la primera piedra
soy la primera dama
además también puse la cama.
No me importa nada innecesario
vete de aquí con la verdad y con la bendición
ojos que no ven,
yo soy pa tí
y tú no tienes sustituto
si te pierdo quién te ganará LIBERTAD.

(Mala Rodríguez)

1 comentario:

kalimera dijo...

gracias por tu aportación en robinsones.
ahora nadamos confusos en saber explicar lo que es....y tu lo has clavado!
GRACIAS!!!
SEGUIMOS!!!