Éramos magos, en un tiempo lejano éramos magos tú y yo,
en un hechizo hecho de miel y sudor, una pena no haber aprendido,
a congelar el tiempo,
a darle al beso el valor que merece,
a no desestimar , una pena no haber sido valientes,
tú y yo, magia inútil, por efímera.
Aunque aún siento tus labios, aún siento tu boca
y el suelo lejos, abajo, a un mundo de distancia, feliz.
Siempre te agradeceré que me hayas llevado a volar.
Siempre.
Y escucháme bien,
Nunca.
Nunca lo podré olvidar.
Idiota.
sábado, 30 de octubre de 2010
jueves, 21 de octubre de 2010
viernes, 8 de octubre de 2010
Vuelve la poesía en la fiebre, en la duda, en el no eterno,
no insinúes que no te enseñé el mar y este no te convenció,
no insinúes que esta mujer te pidió algo que no fuera carne y tontería,
no que la rabia y la ira me arrastrará al desconcierto
y el caos en el que debo andar quizás se vuelva orden,
quizás la justicia sea negra y gris pero quizás sea el presente justo,
justo.
Justo y monótono, justo y sucesivamente inútil.
Que esta mujer no puede seguir llenándose de lágrimas,
que se agria y ella solo quiere gozar
y su piel se quema con la sal,
y su alma se pierde en la espera.
Y ahora no sé dónde estoy.
El mar debe estar cerca.
Y desde muy lejos, lejos de tí, lejos de mí, nada está bien.
Y el adiós llegó.
La sonrisa no será posible. Ahora solo vacío y desesperanza, cuando nunca hubo una posibilidad. Yo creía que iba a ser feliz contigo.
Aquí abajo no se ve el sol.
no insinúes que no te enseñé el mar y este no te convenció,
no insinúes que esta mujer te pidió algo que no fuera carne y tontería,
no que la rabia y la ira me arrastrará al desconcierto
y el caos en el que debo andar quizás se vuelva orden,
quizás la justicia sea negra y gris pero quizás sea el presente justo,
justo.
Justo y monótono, justo y sucesivamente inútil.
Que esta mujer no puede seguir llenándose de lágrimas,
que se agria y ella solo quiere gozar
y su piel se quema con la sal,
y su alma se pierde en la espera.
Y ahora no sé dónde estoy.
El mar debe estar cerca.
Y desde muy lejos, lejos de tí, lejos de mí, nada está bien.
Y el adiós llegó.
La sonrisa no será posible. Ahora solo vacío y desesperanza, cuando nunca hubo una posibilidad. Yo creía que iba a ser feliz contigo.
Aquí abajo no se ve el sol.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)