domingo, 7 de noviembre de 2010

sábado, 30 de octubre de 2010

Éramos magos, en un tiempo lejano éramos magos tú y yo,
en un hechizo hecho de miel y sudor, una pena no haber aprendido,
a congelar el tiempo,
a darle al beso el valor que merece,
a no desestimar , una pena no haber sido valientes,
tú y yo, magia inútil, por efímera.
Aunque aún siento tus labios, aún siento tu boca
y el suelo lejos, abajo, a un mundo de distancia, feliz.
Siempre te agradeceré que me hayas llevado a volar.
Siempre.

Y escucháme bien,

Nunca.

Nunca lo podré olvidar.

Idiota.

jueves, 21 de octubre de 2010

viernes, 8 de octubre de 2010

Vuelve la poesía en la fiebre, en la duda, en el no eterno,
no insinúes que no te enseñé el mar y este no te convenció,
no insinúes que esta mujer te pidió algo que no fuera carne y tontería,
no que la rabia y la ira me arrastrará al desconcierto
y el caos en el que debo andar quizás se vuelva orden,
quizás la justicia sea negra y gris pero quizás sea el presente justo,
justo.
Justo y monótono, justo y sucesivamente inútil.
Que esta mujer no puede seguir llenándose de lágrimas,
que se agria y ella solo quiere gozar
y su piel se quema con la sal,
y su alma se pierde en la espera.

Y ahora no sé dónde estoy.

El mar debe estar cerca.

Y desde muy lejos, lejos de tí, lejos de mí, nada está bien.




Y el adiós llegó.

La sonrisa no será posible. Ahora solo vacío y desesperanza, cuando nunca hubo una posibilidad. Yo creía que iba a ser feliz contigo.

Aquí abajo no se ve el sol.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Macarías tenía una sonrisa preciosa. Pero no siempre quería sonreír.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Se cruzaron muchas veces antes de sentirse por primera vez. Sus ojos no estaban destinados a cruzarse, en una ocasión hasta se tropezaron, perdona. No, no pasa nada. Sonrieron. No se vieron.

Ella era trapecista. El circo le gustaba mucho aunque ya empezaba a cansarse. Tanta energía, tanta carretera, tanto ejercicio, tanto esfuerzo y no tenía casa. Su casa era el suelo que pisaba, no tenía hogar. Tiempo después entendería que eso no tenía la más mínima importancia, y hasta debajo de un puente ella podría ser feliz.
Pero eso sería mucho tiempo después. Era una chica maravillosa, guapa, simpática, dicharachera, de lágrima fácil.
Creía en el amor.

Él era camionero, llevaba catorce mudanzas en el cuerpo. Catorce hogares. Un luchador, un guerrero. Un loco. No le tenía miedo a nada, duro como las piedras. Siempre en la carretera, siempre moviéndose. Creía en el amor.

Mucho sueño, algo de alcohol y se cruzaron sus destinos. Casi muere ella, dio con la cabeza en el retrovisor, él sin embargo salió ileso, apenas un par de rasguños. Se vieron.
Él no sabía qué hacer, el coche empezaba a arder, tenía que sacarla de allí, no tenía tiempo de llamar a una ambulancia. Rompió el cristal de una patada, consiguió abrir la portezuela, la sacó de allí con mucho cuidado, con esfuerzo, era una chica grande, una chica rellenita. Tenía un cuerpazo impresionante.

La tumbó con mucho cuidado en el arcén, seguía insconciente. Llamó a la ambulancia, muy alterado, no se explicaba que todavía no hubiera aparecido nadie, ni un coche por allí, en su vida había sentido tanta angustia, estaría muerta? Le tomó el pulso, no, todavía vivía. Su piel era la de una niña, tan suave. Y olía muy bien, aún con toda esa sangre.
El ambulancia tardé más de media hora en llegar, llegó y se la llevó en un segundo, él decidió acompañarla, dejó el camión donde estaba, ya lo retiraría una grúa.

Cuando Mariela recuperó la consciencia era noche cerrada. Como pudo se incorporó. Una enfermera de aspecto cansado entró en la habitación.
-Vaya, por fin te has despertado...¿cómo te encuentras?
- Bien, ¿qué me ha pasado?
- Tuvistes un accidente, un camión arrolló tu coche, pero estás bien. No te ha pasado nada, te han examinado y parece ser que no tienes nada. Te dieron un sedante, porque te despertastes muy excitada, estabas muy nerviosa, no parabas de chillar...no lo recuerdas?
- No recuerdo absolutamente nada.

No recordaba absolutamente nada. Una corriente de angustia empezó a apoderarse de ella..¿quién era ella? Le empezó a faltar el aire.

Agustina llamó corriendo al doctor, y otra vez la sedaron.

-Parece ser un caso de amnesia grave, Agustina, es mejor tranquilizarla hasta que empiece a asimilarlo todo. Parece ser que sufre de algún trastorno que le impide recordar.
- Ramón, si la dormimos cada vez que despierta...pobre niña.

Macarías estaba cada vez más nervioso. Al no ser familiar de ella no le daban ningún tipo de información, se sentía completamente impotente, era responsable directo de la suerte que correría esa chica. Pero estaba fuera.

Mientras Nacho vivía un proceso similar...hacía poco que había empezado a salir con Mariela. Se debatía entre llamarla o no llamarla, había faltado a la función de la noche y eso no era propio de ella, no entendía nada, ¿habría tenido un accidente?
No, de todo lo malo se entera uno, se decía una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, dios, estaba perdiendo la cabeza. Estaba perdiendo la cabeza con esa chica desde que la conoció...le encantaba esa sonrisa de bicho que ponía, tan tonta Mariela.

Otra vez despertó Mariela, pero esta vez recordó que ya había despertado antes. También recordó la caricia...pero aunque se sintió inmediatamente reconfortada no podía recordar de quién procedía... Por fin podía recordar algo, aunque fuera un hecho mínimo. Pidió ver a Agustina, era la única persona que le resultaba familiar!...pero Agustina había terminado el turno. Pidió su bolso y sus cosas, dentro con suerte habría un móvil. Alguien le dijo que un chico esperaba fuera, el que colisionó con su coche.
- ¡No quiero ver a ese desgraciado!
- Puede que te sirva de ayuda, Mariela, te puede decir dónde estabas..
- No! Me niego...Ha arruinado mi vida.
Empezó a llorar, ya no podía más, era un desconsuelo, estaba perdida.

Eran las tres de la tarde cuando Nacho recibió la llamada, le llamaban del hospital, ¿conocía por casualidad a una chica que se llamara Mariela?

Años después ninguno de los dos, ni Mariela ni Macarías, habían olvidado el tacto de ese precioso instante que se desató en el caos. No hubo te quieros, no hubo besos, no tuvieron otra opción que mirar desde el presente un momento precioso y lejano. Precioso y posible.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Mariela nació para ser trapecista. Siempre a punto de caer, tremendamente torpe, tremendamente ágil. Dual siempre.

Al principio le encantaba el circo. Le encantaba pasar una noche en un lugar y otra en otro. Además le encantaba la noche, conducir, en plena madrugada, el silencio.

Le gustaba el silencio a Mariela, aún siendo tan ruidosa y parlanchina. El silencio compartido mucho más.

Pues era muy pasional, emocional, aunque eso ya lo sabíamos, creía en el amor. Y solo después del sudor y la tontería Mariela estaba en paz, y todo iba bien. El efecto le duraba tan solo unas horas, así que, para hacer feliz a Mariela había que hacerle el amor muchísimo. Era básica, física, carnal.

A veces muy penosilla, a veces muy divertida. Un lío, un verdadero lío. No te aburrías con ella.

-Pero, abuela, ¿Mariela existió? Es un cuento muy largo.
-¿No me habías dicho que te contara un cuento?
- Sí.
- Pues eso estoy haciendo. Chiquita, se te están cerrando los ojos. Dulces sueños.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Se cruzaron muchas veces sin recordar haberse visto. Sus ojos no estaban destinados a cruzarse, en una ocasión hasta se tropezaron, perdona. No, no pasa nada. Sonrieron. No se vieron.

Ella era trapecista. El circo le gustaba mucho aunque ya empezaba a cansarse. Tanta energía, tanta carretera, tanto ejercicio, tanto esfuerzo y no tenía casa. Su casa era el suelo que pisaba, no tenía hogar.
Era una chica maravillosa, guapa, simpática, dicharachera, de lágrima fácil.
Creía en el amor.

Él era camionero, llevaba catorce mudanzas en el cuerpo. Catorce hogares. Un luchador, un guerrero. Un loco. No le tenía miedo a nada, duro como las piedras. Siempre en la carretera, siempre moviéndose. Creía en el amor.

La vida, la vida no les había tratado bien. Pero ambos compartían ilusión, porque hay gente que se desgasta con el tiempo, que se desgasta y deja de ser persona. Pasa el tiempo y van poniéndose máscaras, máscaras falsas y feas que sirven para seguir andando. Pierden la fe.
Ambos tenían una sonrisa encantadora para una vida tan díficil.

Me lo contaron, me contaron que estas dos personas, Macarías y Mariela, nunca se cruzaron.

Vivieron, malvivieron. Siempre creyendo que todo íba a salir bien. Pero era otro polvo. Otro intento. Otra promesa incumplida. Otra ilusión no cumplida, otra esperanza vana. Otro fracaso para ser feliz.

Y estaban tan cerca !, tan cerca y tan lejos.


Se hubieran follado toda la vida. Fóllame toda la vida....


Fueron amantes en otra vida pero no se volvieron a reencontrar nunca más. En una vida pasada. En una tribu lejana en el tiempo, donde ambos cazaban y eran salvajes, vivían en una pequeña aldea, les encantaba cazar juntos.

Murieron el mismo día, un 3 de Marzo.

Él se reencarnó en flor, y tuvo una vida corta y feliz. Desde su sendero divisaba el mar, quizás le hubiera gustado reencarnarse en pájaro. Pero no pudo elegir. Pero igual fue feliz, en su nueva vida. Le hacía falta poco para ser feliz, porque una máscara pasó sin querer a la nueva vida, fue un error de los dioses del destino.

A Mariela se le perdió el rastro. Dicen que, quizás, no se reencarnó. Otro error.

Las oportunidades son como los amaneceres.




"Bus junelo a purí golí e men arate
sos guillabela duquelando
palal gres e berrochí,
prejenelo a Undebé sos bué men orchí callí
ta andiar diñelo andoba suetí
rujis pre alangarí."



(Cuando escucho la vieja voz de mi sangre
que canta y llora recordando
pasados siglos de horror,
siento a Dios que perfuma mi alma
y en el mundo voy sembrando
rosas en vez de dolor.)


-Abuela, esta historia no me gusta.
- Chiquitita, qué sensible eres, te pareces a tu abuelo.
- Es que es muy triste...siempre me cuentas historias tristes.
- La vida es más triste todavía, la vida real. Hay gente que nunca llega a conocer el amor. Cuando te besen por primera vez te empezarás a dar cuenta de lo que te estoy diciendo, si el chico te gusta mucho.
- ¿Y por qué la gente deja escapar el amor?
- Malinterpretan lo que sienten. No se dejan llevar. Porque lo único que se puede interpretar bien son los hechos. El amor es tangible, es físico, es voluble y debe ser infalible. Ojalá te enamores.
- Abuela, no sé si quiero.

martes, 14 de septiembre de 2010

Se cruzaron muchas veces antes de verse por primera vez. Sus ojos no estaban destinados a cruzarse, en una ocasión hasta se tropezaron, perdona. No, no pasa nada. Sonrieron. No se vieron.

Ella era trapecista. El circo le gustaba mucho aunque ya empezaba a cansarse. Tanta energía, tanta carretera, tanto ejercicio, tanto esfuerzo y no tenía casa. Su casa era el suelo que pisaba, no tenía hogar. Tiempo después entendería que eso no tenía la más mínima importancia, y hasta debajo de un puente ella podría ser feliz.
Pero eso sería mucho tiempo después. Era una chica maravillosa, guapa, simpática, dicharachera, de lágrima fácil.
Creía en el amor.

Él era camionero, llevaba catorce mudanzas en el cuerpo. Catorce hogares. Un luchador, un guerrero. Un loco. No le tenía miedo a nada, duro como las piedras. Siempre en la carretera, siempre moviéndose. Creía en el amor.

Mucho sueño, algo de alcohol y se cruzaron sus destinos. Casi muere ella, dio con la cabeza en el retrovisor, él sin embargo salió ileso, apenas un par de rasguños. Se vieron.
Él no sabía qué hacer, el coche empezaba a arder, tenía que sacarla de allí, no tenía tiempo de llamar a una ambulancia. Rompió el cristal de una patada, consiguió abrir la portezuela, la sacó de allí con mucho cuidado, con esfuerzo, era una chica grande, una chica rellenita. Tenía un cuerpazo impresionante.

La tumbó con mucho cuidado en el arcén, seguía insconciente. Llamó a la ambulancia, muy alterado, no se explicaba que todavía no hubiera aparecido nadie, ni un coche por allí, en su vida había sentido tanta angustia, estaría muerta? Le tomó el pulso, no, todavía vivía. Su piel era la de una niña, tan suave. Y olía muy bien, aún con toda esa sangre.
El ambulancia tardé más de media hora en llegar, llegó y se la llevó en un segundo, él decidió acompañarla, dejó el camión donde estaba, ya lo retiraría una grúa.

Justo antes de llegar al hospital ella recuperó la consciencia. Recordaba una mano muy suave acariciándole la muñeca, tenía que estar soñando. Entonces vio a una mujer acercándose, estás bien?, le pedía que moviera los ojos, le pedía que intentara moverse un poco, le explicaba que había tenido un accidente, que había tenido mucha suerte.
Llegaron al hospital, la examinaron, horas y horas de pruebas. Milagrosamente no parecía tener nada, aunque el golpe en la cabeza había sido de impresión, la dejaban 24 horas en observación.

¿Y esa caricia?

Macarías no sabía qué hacer, se sentía sumamente mal. Por un lado quería quedarse, observarla, darse a conocer. Por otro esa chica le daba miedo, miedo.
Había conocido al marido, con el que arregló el papeleo. Era un hombre de mirada triste, cómo se podía tener esa mirada con esa chica compartiendo tu cama?

A lo largo de su vida se había dado cuenta que había cosas que escapan de tu control, incongruencias, desfortunios, no todo sigue un orden lógico.
Al rellenar el parte del seguro conoció su nombre, Mariela se llamaba, un nombre dulce para esa piel tan suave.

Otra vez, otra vez estaba involucrándose. Acababa de terminar con Marta, una relación cómoda, una chica sencilla. Se podría haber quedado con ella toda la vida. Se sentía cómodo en la rutina pero él no era fácil, no era fácil querer amar siempre. Durante un tiempo consiguió engañarse, consiguió casi amarla. Quería amarla.
Ojalá no hubiera conocido a Carmen. Ángel o demonio, no lo tenía muy claro, pero esa chica llegó a su vida para abrirle los ojos, para recordarle el sudor y la tontería. Para recordarle que él, él siempre quería ser feliz.

Y se fue, recibió una canción escrita, escrita con esa letra de borracha.



Siempre tan dada al drama, a saber dónde se metió.

Se terminó el café y entró en el hospital. Preguntó por ella, Mariela había muerto de un derrame cerebral.

domingo, 12 de septiembre de 2010




Se cruzaron muchas veces antes de verse por primera vez. Sus ojos no estaban destinados a cruzarse, en una ocasión hasta se tropezaron, perdona. No, no pasa nada. Sonrieron. No se vieron.

Ella era trapecista. El circo le gustaba mucho aunque ya empezaba a cansarse. Tanta energía, tanta carretera, tanto ejercicio, tanto esfuerzo y no tenía casa. Su casa era el suelo que pisaba, no tenía hogar. Tiempo después entendería que eso no tenía la más mínima importancia, y hasta debajo de un puente ella podría ser feliz.
Pero eso sería mucho tiempo después. Era una chica maravillosa, guapa, simpática, dicharachera, de lágrima fácil.
Creía en el amor.

Él era camionero, llevaba catorce mudanzas en el cuerpo. Catorce hogares. Un luchador, un guerrero. Un loco. No le tenía miedo a nada, duro como las piedras. Siempre en la carretera, siempre moviéndose. Creía en el amor.

Mucho sueño, algo de alcohol y se cruzaron sus destinos. Casi muere ella, dio con la cabeza en el retrovisor, él sin embargo salió ileso, apenas un par de rasguños. Se vieron.
Él no sabía qué hacer, el coche empezaba a arder, tenía que sacarla de allí, no tenía tiempo de llamar a una ambulancia. Rompió el cristal de una patada, consiguió abrir la portezuela, la sacó de allí con mucho cuidado, con esfuerzo, era una chica grande, una chica rellenita. Tenía un cuerpazo impresionante.

La tumbó con mucho cuidado en el arcén, seguía insconciente. Llamó a la ambulancia, muy alterado, no se explicaba que todavía no hubiera aparecido nadie, ni un coche por allí, en su vida había sentido tanta angustia, estaría muerta? Le tomó el pulso, no, todavía vivía. Su piel era la de una niña, tan suave. Y olía muy bien, aún con toda esa sangre.
El ambulancia tardé más de media hora en llegar, llegó y se la llevó en un segundo, él decidió acompañarla, dejó el camión donde estaba, ya lo retiraría una grúa.

Justo antes de llegar al hospital ella recuperó la consciencia. Recordaba una mano muy suave acariciándole la muñeca, tenía que estar soñando. Entonces vio a una mujer acercándose, estás bien?, le pedía que moviera los ojos, le pedía que intentara moverse un poco, le explicaba que había tenido un accidente, que había tenido mucha suerte.
Llegaron al hospital, la examinaron, horas y horas de pruebas. Milagrosamente no parecía tener nada, aunque el golpe en la cabeza había sido de impresión, la dejaban 24 horas en observación.

¿Y esa caricia?

Poco después de comer la enfermera le preguntó si quería que avisara a algún familiar. Ella le contestó que no tenía a nadie, sus padres vivían en Cuba , sus hermanas en Lanzarote y su abuela en Miami , y ella no tenía amistades demasiado importantes, coleguitas aquí y allá. Acababa de terminar con un buen chico que la quiso mucho, pero todavía no estaba preparada para volver a verlo, todavía no estaba preparado para volver a verla a ella.
La enfermera se quedó extrañada, un chico estaba en la puerta y lo dio por su pareja. Un chico espera por mí? Quién?
No sé, ¿quieres que le diga que pase o que le pregunte quién es?
Díle que pase por favor, y gracias. (esa caricia...).

Cuando la enfermera le dijo a Macarías que la chica le pedía que entrara él se quedó en shock. No sabía muy bien qué hacía allí pero no quería darse a conocer, todo le parecía demasiado confuso. No entendía cómo había ocurrido el accidente, llevaba casi 48 horas sin dormir y estaba extremedamente preocupado por esa mujer que no conocía. La cabeza le iba a explotar.
Pero tenía claro que no quería darse a conocer. No se imaginaba que en los hospitales es muy difícil ser discreto.

Se levantó, pegó suave a la puerta, y entró por fin. Hola.
Hola. Me dicen que esperas por mí, quién eres?

(quiero ser tu vida). Soy el conductor del camión que arrolló tu coche. Lo siento mucho, no te ví. No te ví antes.

(mi caricia) Chico, tranquilo, no lo hicistes a propósito verdad?, estoy viva, estoy bien. Y mi coche por cierto? cómo está? Sonrió. Odiaba ese coche y estaba a punto de comprarse otro, de color verde manzana, que había visto en un concesionario.

Tu coche no está, tenemos que hacer el parte por cierto.

(Qué le pasaba a este chico?). Preferiría tomarme una copa en cuanto saliera de aquí, si no te importa. Me agobian tanto los hospitales...me siento sin aire, me invitarías? No tengo ni idea de dónde está mi bolso.

Quizás la tengan guardada, quieres que pregunte?

Bah, qué más da. Me llamo Mariela por cierto, y tú?

Me llamo Macarías.

Estuvieron hablando un ratito hasta que la enfermera les dio el toque, era la hora de la cena, por la mañana, según el médico, podría salir si todo seguía bien.

Dónde vas a dormir tú?

Había pensado quedarme en un hostal que he visto por aquí cerca. Mmm

Sí, recógeme por la mañana.

Para la copa?

Mmm, jajaja, preferiría tomar un café con un mollete a la catalana chato. Postergamos la copa. Sonrió.

Sonrió.


Sonrieron durante meses. Follaron como animales. Fueron felices, sonrieron, rieron, lloraron, todo lo que conlleva el amor.

El amor. El amor, que debería mover el mundo y paralizar rutinas, el amor, el que debería permitir entender que un puente puede ser tu hogar. Un puente y un segundo. Y ese segundo no se debería olvidar jamás.

Dificultades, surgieron dificultades y esta historia terminó. Para qué explicar los problemas que acabó con este cuentito de amor, si no son más que excusas.

Creían en el amor y lo sintieron. Lo sintieron y siguieron andando. Cada uno por su lado.

Insconcientes, pobres inconscientes. Uno de los dos no estuvo de acuerdo, pero qué más da.


Locos.

jueves, 22 de julio de 2010

La vida de color de rosa



El otro día lo escribí y desde entonces no paro de darle vueltas. Yo siempre quiero ser feliz.

Es un problemón en realidad. Necesitar el equilibrio es un problema muy gordo cuando la vida es un puto caos lleno de mil caminos posibles. Si encima te enamoras, te enamoras y has llegado, o así lo sientes, demasiado pronto, o demasiado tarde, la vida se antoja insoportable.
A la vez eres capaz de apreciar hasta el más triste vuelo de una mosca, gracias a dios nací con ese talante, yo soy así. Porque en realidad nunca bajo la guardia, llegué a sentir el vacío más pleno que puede sentir una persona, y soy capaz de encontrar el alivio en medio de la tristeza. En un baño en el mar. En una borrachera compartida. En un email precioso. En una llamada perdida. En un abrazo casual. En una sonrisa. En una visita que se acerca. En un libro que, por fin, empiezas a disfrutar.

La fuerza me viene del alma aunque resbale, y en estos días haya vertido muchas, muchas lágrimas. Y siga. Algunas veces soy incluso capaz de reir y llorar al mismo tiempo.

Mañana puede que me venga abajo, sí, lo sé. Algunas veces no soy capaz ni siquiera de distinguir la tranquilidad de la tristeza.

Debe ser difícil amarme.

sábado, 10 de julio de 2010

Bipolar.

Muchos sabréis que soy bipolar, aunque va pasando el tiempo y no lo soy, es algo que todavía pesa, un puto diagnóstico, una puta etiqueta, un dato para que se entienda mi intensidad.
Mi intensidad.

Pero no vivo como una bipolar, cuesta muchísimo. Me tomo tres pastillas rosas, las rosas, al día. Es un triunfo, porque estoy en pelotas, ni ansiolíticos, ni psicóticos ni antidepresivos. Lo conseguí, adios seroquel....

Conseguí disfrutar de mi día y me costó la ostia, a veces hasta se me olvida, es más, se le olvida a la gente, lo que no hace más que hacerme sonreír. Pero hay días, los no días los llamo yo, en la oscuridad más absoluta. Sin esos días yo me olvidaría completamente de esta broma pesada.

Los no días no son simples bajones, por qué? porque no hay ningún motivo, ningún motivo para tanta oscuridad.
Tanta.
En los no días yo me voy, me voy lejos, muy lejos muy lejos, y espero que pase el tiempo, sin más, como si fuera un simple dolor de cabeza, y así debe ser.

No sé por qué hoy me apetece tanto hablar del tema, sé que mi blog está incluido por ahí en blogs bipolares, qué guay, aunque este blog se viene pareciendo últimamente a una novela rosa, rubito vente conmigo.

Mirad este video, estremece ver a alguien que se muerde las lágrimas durante tanto tiempo, estremece



Y es que Lauryn Hill, y en esta canción lo está cantando, contando, también es bipolar, entendiendo por bipolar alguien intenso, auténtico, que ama y sufre como nadie, porque así lo siento yo.

Porque amo y sufro como nadie, y qué más da. El equilibrio llegará cuando deje de sufrir, estoy segura, porque ¿ por qué no puedo amar sin límites? ¿quién me lo impide?

En la canción Lauryn dice que necesita encontrar la paz en su mente, y muchas más cosas, si alguien quiere mover el culo que lo mueva. "Y él dice que no es posible" " Abre, libera tu mente".

Cuando al final se pone a llorar no puedo más que ponerme a llorar con ella, estaba a punto de abandonar su carrera, su vida, su mundo. Estaba faltando a conciertos, estaba delirando en público, estaba doliendo, estaba doliendo.
Ahora ya no canta para el mundo. "Quiero cantar para mis hijos", he leído por ahí. Pues chapó señora, pero que no se apague ni esa luz ni esa voz. Espero que sea feliz.

Porque ese es mi logro, señores, conseguir ser feliz. Hace bien poco puse mi mundo patas arriba, y le dije a alguien que me estaba cuidando, y dando mucho, adiós, me costó la misma vida. Me fui a vivir sola, me enamoré.
Puede que mis días ahora sean caóticos, pero me siento feliz, aunque pase algunos días triste, triste y melosa, triste pero no cansada.

Puede que ese sea el equilibrio, sentirse viva, sin más pretensiones. Las pretensiones, las expectativas y los sueños son unas putas jodiendas que evitan, e impiden, lo realmente importante, darse cuenta, en tiempo presente, de que eres feliz. Feliz.
De nada sirve decir que en una época determinada fuiste feliz, de nada, es realmente patético.

Abre tus ojos y si tu alma está despierta, estás vivo, y encima sientes mariposas, dale gracias al cielo porque te encuentras en él. Sin miedo.

jueves, 8 de julio de 2010

Podría...

Han pasado horas desde que te fuístes,
desde que arrancastes tu amor fuera de mí,
y desde que te fuístes puedo hacer lo que quiera pero de nada me sirve,
duermo todo el día.
Y el médico me dijo diviértete, es tu opción...
Y puedo abrazar a cualquier chico guapo, guapo y simpático,
pero me acordaré de tí y sin tí ya no valdrá nada.
¿Qué hice mal? Plantastes muchas flores y todas se murieron,
vivir contigo ha sido difícil, cielo, pero estoy dispuesta a volver a intentarlo,
porque no hay nada, no hay nadie, que se pueda comparar contigo.
(traducción libre)







domingo, 4 de julio de 2010

Y solo de vez en cuando...

El tiempo se para en nuestro último orgasmo,
y la sonrisa sigue en mi alma,
y tu boca sobre la mía...y me gustas, más más más rubiorubio
más que me haces feliz...más que todavía en la arena, todavía en el bar, todavía el pacharán, todavía sudor y tontería
todavía tú conmigo, todavía yo contigo, todavía.
Y más sudor, y más sonrisa, y me coges de la mano.



Y en cada esquina te recuerdo...

sábado, 26 de junio de 2010

Sol, sombra

Y de repente despierto, despierto y no estás, y estabas
estabas ahí hace tan sólo hace un segundo,
y hace un segundo empezó el día, y le siguió la noche y ya no estás,
y el segundo se fue a la mierda,
y te huelo, te huelo, te siento, te deseo, te canto y no quiero llorarte,
no quiero llorarte, cierro los ojos, duermo, duermo otra vez que en el siguiente segundo puede cambiar mi suerte,
puede cambiar mi suerte.
Cuando vuelvo a despertar el sol brilla muy fuerte,
y mi carne vuelve a reclamar el goce y el gozo y mi alma tu sonrisa,
tu sonrisa tu sonrisa, tu sonrisa y tu risa,
tus manos, tu abrazo, tu piel, pero tú no estás ahí, tú no estás cerca, y te huelo, máldita sea,
qué embrujo, qué embruje, te amo.





Y yo sé que la razón la tiré hace rato, y que solo te espero con mi alma, con mi cuerpo, y te espero y te necesito, y sufro y río, y vivo mucho, mucho, vivo y pasan los días, los mejores días de mi vida.



¿Y qué hago aquí? ¿Y qué haces tan lejos?

domingo, 20 de junio de 2010

sábado, 19 de junio de 2010

Y SI NO ME ESCUCHAS TE GRITO...

QUE SIN TÍ YO NO
QUE SIN TÍ YA NO





QUE TE QUIERO PA MI, QUE TE VENGAS CONMIGO QUE NO ME AGUANTO SIN TU CARNE
QUE NO
QUE TE VUELVAS LOCO, QUE TE VUELVAS CUERDO
QUE EL AMANECER SEA SUDOR....
MÁS MÁS MÁS

jueves, 17 de junio de 2010

Agua de mayo....

No ves que de tanto pensar y joderme en tu ausencia me estoy consumiendo
que esta noche otra vez necesito notar tu calor y tenerte en mi pecho
ya soy casi un adicto a tu olor
tu sabor de memoria me estoy aprendiendo
tu me haces olvidar el dolor que dejo el desamor
distorsionas mi tiempo
demasiao acostumbrao a tenerte como pa perderte sin ir a buscarte
demasiao enganchao pa ser fuerte y aprender a verte sin necesitarte
y agarrarte y deshacerte y prepararte pa liarte y respirarte y suspirar me faltan dedos pa tocarte
ay no se qué le voy a hacer yo






Y agarrarte, y deshacerte, y prepararte para líarte...

martes, 15 de junio de 2010

lunes, 14 de junio de 2010

Días

Hay días tontos y días felices, y me pregunto, cuando llegue al final, qué sensación tendré, suponiendo que llegue a vieja qué sensación tendré, si he vivido la vida o no, si me dejé cosas por el camino, si me callé o hablé de más, si las tardes aburridas fueron un fracaso o una necesidad.

Si el camino que elegí es el correcto o es el impuesto, si es verdad que existe el destino, si es verdad que todo está escrito, si es verdad que no elegí yo.Que nunca elegimos.

Soy consciente de que tus besos, hacer el amor contigo, tus caricias, las risas contigo e incluso tus ausencias me hacen sentir que viva estoy, y no sé si debería ser así, pero así es, así lo vivo, lo acepto, lo recibo y lo siento. Y me da igual. Porque valiente nací, muy echá palante siempre, y plof, lluvia de piedras que duelen. Y qué, yo viva estoy.

Pero también me gusta el sol. También me gusta estar en la playa y sentada en la arena, rodeada de gente que me aprecia, me habla, me escucha o acepta mis silencios, o ese estoy en otro sitio que yo disfrazo de sueño. Me gusta, me gusta e igualmente lo siento, lo recibo, lo acepto y lo vivo.

Hoy ya no desperté tan ausente ni desperté tan triste, sí sí , triste, estuve triste estos días sin tí, no des nada por hecho nunca, no, guapo, no, nunca.

No sé donde estás...pero me gustas mucho, sabes?

Me gustas mucho.

martes, 8 de junio de 2010

viernes, 4 de junio de 2010

jueves, 3 de junio de 2010

Divagación de autoayuda total....

Es importante vivir dando pasitos cortos, yo me la como, no me va mal del todo, me como la vida a bocaos grandes, siempre impaciente, siempre expectante, menos mal que disfruto un montón, que hay hechos, momentos que me hacen pararme, completamente, y entonces yo me quedo muy quietecita, y me quedo muy embobada, muy lacia y muy tonta, y dejo de pensar para sentir.
O no tan quietecita.

Cerrar puertas es importante, a veces hay que cerrar las puertas de golpe y otras pues no es posible cerrarlas de golpe. Yo, como imaginais, las cierro con un golpetazo, plaf. Pero sé que es difícil, cerrar puertas, cambiar, da vértigo el cambio, mucho.

Pero es bueno saber que ,corriendo o andando ,al puerto que nos toque llegaremos.

Y es bueno saber que en tu ahora puedes disfrutar.

Y es bueno saber que uno puede ser feliz si te lo crees mientras lo eres.

Y es bueno perdonarse, permitírselo todo. Que tendemos a ser muy, muy, muy generosos con los demás, y con uno mismo muy estricto. Pues si te caes te levantas, si metes la pata la sacas, que no hay que torturarse tanto.

Que sí.

sábado, 29 de mayo de 2010

...

“Cuando él dio un paso hacia a mí, mis pies re respondieron acortando la distancia en la misma medida. Cuando extendió los brazos hasta posarlos en mis hombros, mis manos dejaron caer el recetario al suelo. Cuando colocó el brazo derecho a la altura de mis omóplatos y rodeó mi cintura con el izquierdo, mis dedos ya se estaban tocando detrás de su nuca. Cuando me besó, le besé, y él me besó, y yo le besé, y me besó, y le besé, y el mundo se hizo líquido, caliente, pequeño, tenía la piel áspera, la lengua dulce, todo era áspero y dulce, y cabía en la frontera simétrica de nuestros labios pegados, que se despegaban a veces, y se volvían a pegar para encontrar otro sabor que era fresco y a la vez ardía, y yo nunca había besado a nadie así, nunca había sentido esa necesidad implacable de besar, y de besar más, de seguir besando, como si me jugara la vida el borde de la boca, como si más allá del cuerpo que abrazaba no existiera nada, como si los brazos que me estrechaban me protegieran de un vacío negro y compacto que codiciaba la fuerza de mis propios brazos. La intimidad tenía un sonido, pero también un tacto, y un gusto especiado, goloso, tan placentero como ningún sabor.”

Almudena Grandes, "estaciones de paso"

viernes, 28 de mayo de 2010

miércoles, 26 de mayo de 2010

Luché un 1 de abril, primera mañana sin tí

Si es la única forma cuando la duda confunde.
Y hoy es más difícil creer que ayer, que ayer yo perdí un cachito de alma, y perdí la razón.

Y esta letra de borracha no es más que dolor.

Yo soy perfecta pa tí, pero pero pero...los mil peros me pesan a mí también, niño, acostumbrada a caricias inmediatas, a enamorar en un segundo.

Hay más flores en el camino, sí, pero están fuera de la pared, no quiero olerlas.

Me preocupa cuánto tiempo puede durar la pena si tú no estás.

Y si te digo ahora adiós es la única forma que tengo de luchar por tí en este ahora bonito, en el ahora caótico y acelerado que no controlo, que no controlas.

Y es la única forma porque no sé cómo sacar la espina de ayer, porque es un amor nuevo y olvidé todo lo demás.

Te habla la amante, siempre habló la amante, luna lunera que no entiende cómo se vive en la penumbra teniendo el sol tan cerca.


Yo lo quiero todo.

Y yo lo merezco todo porque soy perfecta, soy perfecta porque lo doy todo y también lo siento todo, porque no tengo límites, y mi sonrisa es real. Y me nace el sudor, y no construyo barreras.

Tú crees que sí pero no, no las llego a construir, y ojalá no pierda esa cualidad de niña, y a la misma vez si tú no estás ojalá aprenda.

¿Y ahora qué hago? ¿Empiezo a borrar tus huellas?

Yo no quiero otros besos.

Yo no quiero sentir otra boca, yo quiero volver a quedarme embobada en tu orgasmo, quiero la risa boba, la risa boba por dios santo, las mariposas, las cosquillas y tu mano sobre la mía.


Ven, ven, vente conmigo. Y te daré todas mis noches.


martes, 25 de mayo de 2010

Brujo

Ojos de brujo,
invisibles para mí, que sólo veo tu fuego.

Que sólo tu tacto, que sólo tus besos,
que no la desesperanza, que no el tiempo ni el plazo.

Ojos de brujo que siento.


Tu cuerpo. Tu cuerpo y tú.

Y mucho más feliz, sí,
mucho más feliz sin cámaras,
ni paredes,
ni personas,
con sol y con sal, contigo desnudo, con un mundo por delante.

Y qué...si me besas y ya no importa.

Si te enterré en mi pared y no dejé nada dentro.

Y sin querer.

Si la sonrisa boba me dibujaste el primer día ya no se borra.

Si el orgasmo dura un siglo entero.

Si la espera es hasta grata, y mis miedos y tus miedos no me frenan.

Solo el adiós, sólo la casa vacía, sólo el camino sin tu roce, sólo tu ausencia me agrietan.


Hasta el siguiente beso robado.

Y me lleno la boca de sueños que no son promesas,
que no son mentiras,
que son risas,
sudor,
sed.


Y tú me dices que te demuestre que subo a la luna contigo,
niño,
yo no sé dibujar la fé.

Ojos de brujo, díme....


lunes, 24 de mayo de 2010

El nórdico.

Pasan los coches, uno dos tres...¿y tu voz dónde está?

Y apagué el móvil, cerré oídos, ¿cómo llegué aquí en 5 segundos?

Yo tan tan tan, mentira todo, niña consentida,
mujer incompleta sin vivir la vivencia con sentido.

Por la mañana nubes, sol, nubes, sol,
mi corazón desbocao,
confirmado no esperar nada de nadie,
confirmado el desamor.

Y cae la lluvia.

Y mil veces.

Dos arcoiris, ¿qué es eso?

Los hechos y los sentidos no coinciden , y tu silencio habla por mil hombres cobardes.

Y las personas me dicen cierra la boca y el alma y yo les digo estáis equivocados porque mi coño no miente.

Y la alarma.
La alarma suena a cada palabra tuya, ¿tan dulce?, no es posible, porque los años pesan y la inocencia se rompió en el primer polvo, aquella vez hicistes el amor.

Mientras cerveza y pastillas. Miento, estoy de putamadre, manta color manzana, uñas fucsia, piel suave, buen culo.

Y descubro miradas a mi paso. Otra vez. Y me pregunto si son capaces de pensar conmigo. Quizás.

Pero yo incrédula sigo andando.
Hacia tí.

Y tú difuminas el día gris con un amargo hoy no puedo.

martes, 23 de febrero de 2010

Cómo.

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que uno tiene que buscarlo y dárselo…
Que nadie establece normas, salvo la vida…
Que la vida sin ciertas normas pierde formas…
Que la forma no se pierde con abrirnos…
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente…
Que no está prohibido amar…
Que también se puede odiar…
Que la agresión porque sí, hiere mucho…
Que las heridas se cierran…
Que las puertas no deben cerrarse…
Que la mayor puerta es el afecto…
Que los afectos, nos definen…
Que definirse no es remar contra la corriente…
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja…
Que negar palabras, es abrir distancias…
Que encontrarse es muy hermoso…
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida…
Que la vida parte del sexo…
Que el por qué de los niños, tiene su por qué…
Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad…
Que saber todo de todos, es curiosidad malsana…
Que nunca está de más agradecer…
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo…
Que nadie quiere estar solo…
Que para no estar solo hay que dar…
Que para dar, debemos recibir antes…
Que para que nos den también hay que saber pedir…
Que saber pedir no es regalarse…
Que regalarse en definitiva no es quererse…
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos…
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo…
Que ayudar es poder alentar y apoyar…
Que adular no es apoyar…
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara…
Que las cosas cara a cara son honestas…
Que nadie es honesto porque no robe…
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo…
Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte…
Que se puede estar muerto en vida..
Que se siente con el cuerpo y la mente…
Que con los oídos se escucha…
Que cuesta ser sensible y no herirse…
Que herirse no es desangrarse…
Que para no ser heridos levantamos muros…
Que sería mejor construir puentes…
Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve…
Que volver no implica retroceder…
Que retroceder también puede ser avanzar…
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol…

¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?

Mario Benedetti

domingo, 31 de enero de 2010

Domingo

Ayer vi Australia. Qué raro que una peli te llegue hondo después de cien que ni fú ni fá. Me encantó, es preciosa, me encantó.

Mi perro se tiró toda la película intentando que yo saliera a la terraza. Hay por ahí una especie de poema que dice que los perros son más listos que el hombre, porque lo primero que hacen al levantarse es estirarse, y se toman la vida más tranquilamente, no sé, no recuerdo bien.

Mi perro es superdotado entonces, porque es la pachonería en persona, él nunca se preocupa. Que se queda fuera, no pasa nada (sale solo y a veces si no aparece y me tengo que ir lo dejo fuera). Que se queda dentro, no hay problema, solo hay dos cosas que le dan pavor, una regañina y los camiones. Y es que mi perro, como tantos y tantos perros, ha sufrido un taco en la vida. Yo lo recogí -una amiga lo encontró vagabundeando en el centro- cuando tenía 5 o 6 años. Al principio no entendía nada, no entendía el cariño, no entendía el amor y cuando yo quería jugar y empezaba a zarandearlo creía que quería hacerle daño.

Estoy sumamente orgullosa de haber enseñado a mi perro a jugar, lo mío me ha costado. Todo empezó corriendo. Cuando lo sacaba corríamos y yo me daba cuenta que era feliz. Y el primer gesto de cariño que me dedicó no fue un lametazo, él frota la cabeza contra mi mano, muy fuerte por cierto, así me dice que me quiere. También habla cuando quiere algo, aunque nunca ladra -se lo tuvieron que prohibir en su epoca, solo ladra en sueños-.

Aun así mi perro es feliz aunque sigue teniendo una mirada tristona, y puede que en la pachonería no se parezca a su dueña, pero en momentos tristes somos tal para cual...Mi perro se llama Roque porque no tiene rabo- el dueño consideró que no era importante vacunarlo de moquillo pero sí cortárselo-, así que como el perro de san roque no tiene rabo porque Ramón Rodríguez se lo ha robado Roque tenía que llamarse mi sinvergüenza.

Y ayer se tiró toda la peli intentando que yo saliera a la terraza, yo que estaba megaenganchada. Entraba en el cuarto, me miraba, se íba para la terraza y desde allí me miraba otra vez (pero tía, ¿no te das cuenta que hace sol?). Él no había tenido bastante con las tres horas largas que estuvimos en la terraza por la mañana, claro que tampoco había cogido casi una insolación, como su dueña. Él quería más.

La capacidad ilimitada de los animales para amar me deja totalmente flipada. Porque también tuve una perrita, Bianca, a la que tuve que ceder después de una separación sentimental. Y ella me quería igual...y en aquellos momentos de bajón que ya empezaban a asomar en mi vida la gorda se ponía encima y la babosa una y otra vez a lamerme la cara, y yo la retiraba, déjame en paz...pero ella tenía más amor que darme y entonces me lamía el brazo y me hacía cosquillas, y me hacía reír y eso tenía su mérito. Ella tan bonita, mi albina turca. También surfeaba.
La colega cogía las olas y se dejaba llevar, y los guiris le hacían fotos...Y después, llena de arena y de agua, venía hasta donde yo estaba y me ponía perdida.

Domingo de melancolía.