miércoles, 28 de febrero de 2007

Intento

Intento ignorarte.





Llegas con tu sonrisa sincera, llegas con tu voz, dulce pero seca, fuerte pero suave.

Intento no verte.

Me buscas, me sigues buscando, me encuentras.

Yo te sonrío pero no quiero. Te odio. Porque me buscas pero no llegas a confíar en mí. No te fías, yo lo noto. No lo entiendo.

Yo intento no encontrarme contigo.

Pero ahí estás, ahí sigues. Años...

Recuerdo cuando nos saludábamos con una sonrisa en el parking...tus miradas de reojo, tu mirada directa, tu sonrisa sin voz.

Ya ha pasado mucho tiempo y siguen las miradas.

Te acercas, yo no puedo resistirme. Te acercas lentamente y no me dejas ir.

Yo intento no pensar en tí, imposible. Te sonrío demasiado, yo no quiero pero sé que te sonrío demasiado. Y tú te dejas y te despides llamándome preciosa. Yo te mantengo la mirada, esa mirada que arrasa y que sólo me dedicas a mí, y yo lo sé.

Y tú lo sabes.

Y tú me pruebas, porque me pruebas..porque quieres asegurarte que esta vez no será un capricho. Que esta vez no miraré hacia otro lado, que esta vez seguiré ahí.

Y yo lo intento, pero no me canso. O me canso pero sigo ahí, porque ahora supongo que me toca a mí, no?

Y me dan ganas de decírtelo, de decirte muchas cosas, de romper la magia incluso pero no lo hago y te sigo el juego. Y seguimos jugando.

Intento no llegar a casa pensando en tí. Intento no dormirme por las noches abrazada a tu recuerdo. Intento no hablar de tí a mis amigas, e intento no ilusionarme demasiado.

Pero sigo ahí...porque me abrasas, porque me adulas, porque me conquistas, porque me tienes completamente loca.

Y LAS PALABRAS SE QUEDAN TORPES.




Y me duermo...sin tí, triste. Pero te sueño.

lunes, 26 de febrero de 2007

Flores de Bach

No sé muy bien cómo he acabado hoy en la consulta de una naturópata, la verdad. A veces nos encontramos con personas o situaciones que no esperábamos. Al principio he discutido con ella incluso, no estábamos de acuerdo en un principio, pero después, no sé, me ha ido ganando. He empezado a tomar flores de bach, a ver qué tal. Según ella tengo que expresarme artísticamente, y me va a poner en contacto con un grupo de terapia que se expresa a través del arte, eso me ha gustado. Me gusta que la vida también tome las riendas.

domingo, 25 de febrero de 2007

Fidelity

...me voy al bar a tomar un café pero no lo paladeo, fumo el pitillo pero no lo disfruto, me doy una ducha pero no me siento reconfortada, quiero sol pero el sol no calienta el alma, quiero aire y me quedo desnuda en la cama con la ventana abierta pero me sigue faltando, quiero tiempo pero este no pasa y sigo igual, y hasta cuándo, máldita sea mi estampa, hasta cuando escribiré palabras tan tristes, hasta cuándo notaré una pena sin fin, cuándo me recuperaré por completo, cuándo asimilaré mis problemas sin que ellos me invadan, necesito luz,necesito aire, necesito paz, necesito vida, necesito amor, necesito energía, necesito tranquilidad, necesito quedarme vacía de pena, necesito alegría, necesito ser fiel a mí

viernes, 23 de febrero de 2007

Cambio

Pues esa ha sido la última tarde. La semana que viene vestiré nuevo uniforme, pendientes de perlitas y tacones. A ver cómo sale ésto...en fin, ¿un cambio siempre es bueno?

jueves, 22 de febrero de 2007

¡que me beses!

- No, sabes que no puede ser.
- ¿pero por qué?. Tú lo deseas, yo lo deseo...
- Porque sabes que, quizás, ambos nos enamoraríamos o quizás sólo yo, o quizás sólo tú...
- ¡No, eso no pasará!
- Yo no estoy tan seguro.
- ¿y si pasa qué?

martes, 20 de febrero de 2007

Noche en vela

A veces selecciono una canción con los ojos cerrados, y hoy ha sonado ésta, "noche en vela" de Guaraná. Fue una canción posteada en su momento en mi anterior blog. En ese momento yo era feliz. Era feliz por sentir esa emoción de estar esperando algo. Aunque ya estaba todo jodido, yo era feliz soñando. Ya han cambiado muchas cosas, y de aquella niña ya queda poco. No es me haya convertido en mujer de golpe y porrazo, pero ya no soy capaz de pre-emocionarme antes de. Y no sé que es mejor. Sólo sé que soñaba demasiado y vivía demasiado poco. O no. Quién sabe. Lo que sí puedo afirmar es que me contentaba con demasiado poco, eso sí. La yo de ahora no se contenta con dos sonrisitas tontas y un guiño al aire. Y eso me gusta. Porque qué tontita era...

Ahora suena ella, Chabela...yo soy como soy el chile verde, llorona, picante pero sabroso...

viernes, 16 de febrero de 2007

érase...

la historia de un niño que soñaba con hacerse mayor. Cada día tachaba un día en el calendario y cada día era un poquito más feliz.
La verdad es que no disfrutaba su infancia, no le gustaba tener tantas dudas y cuando veía a alguien adulto disfrutaba observándolo, había veces que veía a mujeres embarazadas tirando de un niño de su misma edad, otras en que disfrutaba observando a una pareja de enamorados y otras observando a un grupo de viejitos jugar a los dados. Todos parecían saber lo que hacían, se veían decididos, y ese saber le gustaba.
No entendía por qué la gente solía decir que la infancia era la época donde más feliz se era. Él no era feliz. No tenía madre ni padre, y su abuelito apenas le hacía caso. Le dejaba comida preparada, sí, eso no le faltaba desde luego...pero nada más. Nunca le dio un beso y mucho menos un abrazo..y alguna vez le pegó, cuando le veía llorar. Le decía que llorar era de niños y de cobardes y que no se lo permitiría mientras viviera en esa casa.
Por eso el niño quería ser mayor, quería poder llorar, quería dar un abrazo. Porque no podía. Cada vez que sentía deseos de abrazar a alguno de sus amigos, de sus felices amigos, le venía la voz y el recuerdo de su abuelo.
Sí podía darle un beso a una chica, eso sí, pero no era ese tipo de cariño el que andaba buscando, y siempre pensaba que para poder amar a alguna chica primero debería empezar aprendiendo a amar, amar a secas.
Así que íba tachando los días, día tras día, mes a mes, hasta que llegó a los dieciocho, cogió su maleta y el poco dinero que había ahorrado y se plantó en la estación de tren. Compró el primer billete, con destino Valladolid, y allí se plantó.
Lo primero que tenía que hacer era obviamente buscar trabajo, para poder costearse un sitio para vivir, ya que no tenía dinero y las primeras noches tendría que dormir en la calle, donde si no. Pero no quería un trabajo cualquiera, porque quería tener una casa cálida y acogedora, así que se planteó estudiar mientras trabajaba. Así empezó a estudiar un curso de técnico informático, le llamaban mucho la atención los ordenadores y pensó que sería fácil. Encontró así mismo un trabajo a tiempo parcial para friegaplatos.
La verdad que nunca pensó que ser adulto era tannnnn cansado. Se levantaba a las cinco de la mañana, pues tenía que coger dos autobuses para llegar a tiempo a su empleo, y cuando salía a eso de las tres apenas tenía tiempo de comer (pues en su trabajo no se lo permitían) y de salir pitando a la academia a dar más horas y más horas.
Conoció a gente, pero como íba tan apretado nunca pudo quedar con nadie, ya que apenas tenía tiempo para sí mismo. Además manejar los ordenadores no era cosa tan fácil como él pensaba, y le requería más y más horas en su casa. Quería ser el mejor porque quería tenerlo todo.
Y así fue pasando el tiempo, y consiguió una casa, consiguió un empleo mejor y terminó sus estudios. Empezó a ascender en el trabajo, se compró su primer coche y siguió estudiando masters y demás cursos.
Y se le olvidó.
Se le olvidó llorar.
Y se le olvidó ser feliz.
Se le olvidó la curiosidad, se le olvidaron sus sueños, se le olvidó el amor y así fue como su vida transcurrió en la más horrenda de las existencias.


*escribo este relato mientras me tomo una cerveza, en una noche espléndida, pensando en tí) noto como mi cuerpo se deja llevar por la sedación ya que no ceno, se abandona y está ahí, indefenso, relajado y caliente

Realmente...

... lo que ella necesitaba era un cruce de miradas cálido, un abrazo a tiempo y una caricia en la espalda. Realmente lo que ella necesitaba era hacer el amor.





jueves, 15 de febrero de 2007

Podría inventarme mil historias...

Dicen que tengo el don bipolar...es como una especia de varita mágica que me bendice para ser más creativa y poder inventarme mil historias, algo innato.
Si fuera pintora me imagino que pintaría extraños rostros de colores besándose, acurrucándose ante una chimenea o chillándose, pero en un mundo de luz donde no existiera la oscuridad, donde no existiera el hastío ni la desgana, donde no existiera la ansiedad ni la pena. Pintaría un mundo idealizado donde no existieran los malos propósitos, donde todas las manos fueran amigas, donde cada rostro reflejara paz y calma, o en todo caso, reflejara una emoción pero nítida y suave.
Pero a mí me es más fácil escribir sobre un mundo donde por ejemplo una chica se levanta una mañana con una carta sobre la alfombrilla de entrada de su casa, con sólo unas cuántas siglas, que le produce una gran excitación, ya que decide justo en aquel momento que esas letras las ha escrito el amor de su vida, el futuro padre de sus hijos. A partir de ese momento se levantará todas las mañanas cinco minutos antes, y cada mañana se levantará cinco minutos antes que el día anterior hasta que llega el momento de que no duerme. Sus noches las pasa en vela esperando que su amado llegue en cualquier momento y...

Si fuera música evidentemente sería pianista, ya que me lo vaticinaron desde el nacimiento. Tengo unos dedos largos y finos, y me imagino tocando mil y una melodías, exóticas, rápidas, o lentas pero con el sentimiento de la esperanza, que es lo que nunca debo perder. De ser así mi vida se iría al carajo, si perdiera la esperanza de no volver a recaer al delirio, algo que por otro lado me puede pasar me cuide o no, algo que es terrible debe quedar empañado por la energía que tengo en mi interior, la energía de una persona que tiene que luchar contra ese sentimiento pase lo que pase, porque no sé si lo soportaría otra vez. No sé si soportaría otra vez pensar tan rápido, no dormir nada y sobretodo observar que la gente a mi alrededor oculta las lágrimas mientras me dice que no, que no es real lo que digo ni lo que siento...que no es real. Así que si fuera pianista inventaría miles de melodías donde la música recreara unos patrones que nunca olvidaría, me volvería loca sólo en las notas, nadie más me tendría que mirar oculando mis lágrimas.
Pero para mí es más fácil recrear el mundo de un anciano que un día se levanta y se da cuenta de que puede volar. Temiendo que sus ya escasos amigos e incluso que su familia pensara que está loco no se lo diría a nadie. Robaría horas al sueño, como la chica, pero esta vez sería para volar en un mundo que nunca terminó de conocer, plantarse en cualquier lugar al que sus maltrechas piernas ya no lo dejan...hasta que un día sus vecinos preguntaran exasperados como encontraron al pobre viejo con la cabeza abierta, y cómo! consiguió pasar de la silla de ruedas a escalar el alto muro de la azotea...
Si fuera actriz me imagino que sería extravagante, y jamás aceptaría el papel de una chica feliz en un mundo rosa sin matices...me preguntarían cómo oso rechazar papeles tan buenos, pero yo les diría que sólo acepto papeles donde yo me tendría que engañar hasta el punto de rebasar la fantasía, así acabaría interpretando a chicas normales y corrientes, quizá la camarera del bar de la esquina ( a la que el tiempo no la deja fantasear demasiado) o sería quizás la hermana tímida que no abre la boca en toda la película, o, mejor...sería la puta que espera en la esquina, la puta que sabe lo que es la vida, lo que puede esperar de ella y lo que valen sus besos. Sería quizás una buena actriz.
Pero me es más fácil inventarme? la historia de una chica hiperactiva con miles de actividades que de pronto deja de dormir y empieza a soñar despierta, que empieza a ver complots, alianzas secretas, que es capaz de amar como nadie, de disfrutar de un amanecer como nadie, de pensar que ojalá no termine nunca esa sensación de vivir tanto...hasta que acaba en un manicomio que le hace estrellarse de golpe y porrazo en una realidad fea donde sólo unas manos iguales a las suyas, de alguien igual a ella, pueden consolar al secar las lágrimas dulcemente...tan dulce que todavía ella recuerda el tacto de esas manos e incluso algunas veces se pregunta por qué no ha vuelto a tener la oportunidad...Pero esta chica crece ante todo pronóstico, esta chica se levanta aunque vuelve a caer muchas veces, a veces a sólas mientras escucha música, a veces sóla en su cuarto llora en silencio, ya ha hecho tanto daño...pero esta chica se crece, se crece porque vuelve a trabajar, se crece porque vuelve a sentir, se crece porque vuelve a sonreír cueste lo que cueste y se crece porque supera todo, supera el bajón que le da las pastillas que necesita, supera los dolores que a veces su mente recrea, y escribe, escribe en un mundo que la puede castigar, pero al que ama.
Dicen que soy bipolar, y podría inventarme mil historias...

martes, 13 de febrero de 2007

Tengo un precio

-"Me he dado cuenta de que tengo un precio, y ese precio es alto"

-"......."

Es lo que tiene la pubertad...

lunes, 12 de febrero de 2007

La vida





" La vida es larga. La vida no es corta, es larga!"


Magnolia, 1999.
nota: recupero la antigua manía de copiar frases de libros y películas que me han gustado para que se queden reflejadas aquí, en este caso recomendada por un amigo, fantástica película.

sábado, 10 de febrero de 2007

viernes, 9 de febrero de 2007

Hoy y el tren

Hoy ella salía del trabajo pensando en qué tren se podía permitir perder. Le importaba un carajo, sí. Le importaba un carajo perder un tren o coger el siguiente...ella pensaba en la estación qué le valía echar un polvo con una polla maravillosa y un cerebro de mosquito. No le gustaba para nada repetir los mismos errores. Ella pensaba eso mientras el tren paraba en la estación, mientras que cientos de personas seguían con sus pensamientos ajenos a ella misma, ajenos a su mirada. Ella pensaba qué carajo le importaba realmente si hubiera historia con ese señor! o no, porque ella podía permitirse perder todos los trenes que quisiera, y ella lo sabía. Y su retozar eterno le empezaban a desesperar, esa era la verdad...Ella pensaba eso mientras que el tren reiniciaba su marcha y mientras lo íba marchar ella sonrió. Sacó las llaves del coche del bolso, y bajó las escaleras hasta el túnel y sonrió.
Cuando llegó a su casa después de tomar unas cañas con su hermana realmente se sentía feliz, una noche de un día cualquiera.
Se duchó y se puso a escuchar música, y pensaba en qué extraña paz se sentía...ella recostada en la cama, desnuda y fumando un marlboro, mientras escuchaba música se miró reflejada en el espejo con una brillante mirada que hacía tiempo que no veía.
Se observó detenidamente, sus tetas y sus pezones oscuritos, su barriguita, sus piernas y su coño. Sus ojos achinados, su pelo rojo despeinadísimo y sus labios carnosos. Se volvió a gustar, se volvió a querer.


La sonrisa se convirtió en risa, y la risa en carcajada. Qué carajo, ella podía perder todos los trenes que quisiera. Y lo sabía.